CAYÓ AMARILLO: MÁS ALLÁ DE LA HAMBURGUESA

Había una vez, en el bullicio de la ciudad de Paraná, tres amigos con un sueño audaz. Un día, uno de ellos decidió abandonar su trabajo para abrir un negocio gastronómico, y así nació la idea que eventualmente se convertiría en «Cayó Amarillo». Otro amigo se unió con entusiasmo, y un tercero, con su experiencia culinaria de Playa del Carmen, México, completó el trío.

El año era 2017, y la magia comenzó a gestarse en reuniones llenas de sueños y risas. Inspirados por un canal de YouTube llamado «Burgerkid» y un viaje a Buenos Aires, regresaron con un nombre peculiar y lleno de historia. «Cayó Amarillo» representaba más que hamburguesas; era el fruto de la amistad y la pasión compartida.

Tras un año de esfuerzo, comenzaron a cocinar y entregar sus creaciones desde la panadería de un familiar. Aunque al principio los panes no eran perfectos, un curso de pan con Franco Kalifon cambió el juego, elevando la calidad del producto al máximo.

Sin embargo, el destino les tenía preparado un desafío. Expulsados de la panadería debido a que el aroma y tumulto de gente molestaba a los vecinos, se vieron obligados a cerrar y buscar un nuevo lugar. Encontraron una casa semi abandonada, “La Casita”, que requería trabajo, pero no tenían dónde cocinar.

La solución vino de la mano de un personaje fundamental que en ese momento conocieron por negocios y hoy en día son grandes amigos. Este individuo, entra en acción y les propuso intervenir la cocina de su bar. Así nació la idea de traer a la ciudad los crossovers en diferentes bares, fusionando gastronomía con arte local. El reconocimiento creció, llevándolos a festivales y ferias gastronómicas.

Finalmente, en 2020, inauguraron su propio local. Un día memorable con calle cortada, cervezas artesanales, DJ locales y mil hamburguesas regaladas. Sin embargo, el 2020 también trajo la pandemia, desafiando su resistencia. A pesar de momentos oscuros, el delivery los mantuvo a flote.

El regreso a la normalidad trajo nuevos retos. Aunque ansiaban abrir un local estilo «fastfood», el delivery era complicado. Hasta que en 2023, una oportunidad se presentó y ahí está «Cayó Amarillo» en una esquina emblemática de nuestra ciudad.

Un sueño más se hacía realidad.

Y así, la historia de «Cayó Amarillo» sigue… ¡Y no para!